miércoles, 17 de febrero de 2010

Deforestación y desertificación

La deforestación es la pérdida de masa forestal (árboles, plantas, etc.) de un territorio determinado. Esto implica la pérdida de terreno fértil y una importante superficie que actúa como sumidero de los gases que provocan el efecto invernadero. Entre los procesos principales que han llevado a la deforestación de determinadas zonas del planeta, se encuentran:

•Utilización masiva de madera como combustible en determinadas épocas,
y como material de construcción para casas, barcos e industria en general.
•Construcción de pistas y carreteras.
•Explotación de bosques para la industria papelera.
•Incendios.
Entre los efectos más importantes de la deforestación se encuentran:

•Erosión del suelo, como consecuencia de la falta de vegetación.
•Pérdida de terreno fértil, al desaparecer los nutrientes del suelo.
•Pérdida de la flora y fauna.
•Aumento de gases contaminantes (CO2) en la quema de bosques.
•Interrupción del ciclo del agua.
Este proceso de deforestación viene íntimamente relacionado con el fenómeno de la desertificación, que tiene un impacto directo sobre las condiciones de vida de gran número de personas y de pueblos, siendo causa y efecto de pobreza y emigración. La consecuencia de ello es que más de la tercera parte de la Tierra es árida.

La lucha contra este proceso se plantea bajo los siguientes aspectos:

•Incorporación de técnicas agrarias protectoras de la fertilidad del suelo.
•Reconstrucción de la cubierta vegetal.
•Realización de obras de hidrología forestal.


Por último, hay que diferenciar entre desertificación y desertización. La desertización es un proceso natural; en cambio, la desertificación es consecuencia de la actividad del hombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario